El boniato cubano es un alimento sabroso y rico en propiedades, además de un gran aliado en la cruzada mundial contra la desnutrición gracias a la relativa facilidad de su cultivo y a su productividad. Sin embargo, no todo el mundo sabe a qué nos referimos cuando decimos boniato. ¿Qué es el boniato cubano? ¿Boniato o boñato? ¿Boniato y batata son lo mismo? ¿Cuáles son las propiedades del boniato cubano? ¿Cómo podemos consumirlo? ¡Todas esas preguntas, y más, son las que responderemos en este artículo!
¿Qué es el boniato cubano?
Muchas personas se preguntan qué es el boniato (como lo leen: boniato, ni boñato ni boñiato), y la respuesta más sencilla es que se trata del tubérculo o raíz tuberculosa proveniente de la planta ipomoea batatas, y que es comestible y muy sabroso. Sin embargo, incluso entre quienes saben o intuyen que el boniato es un tubérculo, es frecuente la confusión a propósito de la diferencia entre este tubérculo y otros.
¿El boniato es una papa? La respuesta es no. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre el boniato cubano y la batata? La respuesta es que el boniato es una batata. Los hay de distintos tipos, y estos pueden variar en color, sabor y hasta en propiedades, pero por lo general “batata” y “boniato” son los nombres con los que las distintas regiones llaman al mismo tubérculo. Hay quien también lo llama “camote” y hasta “chaco”. De todos modos, sí es cierto que en algunas regiones con “batata” se refieren al boniato más naranja o rojizo.
Características del boniato
Origen
Estudios científicos sugieren que el boniato es originario de América Central, de la zona comprendida entre el río Orinoco (Venezuela) y la península de Yucatán (México), aunque en el presente se produce y consume en innumerable cantidad de países a lo largo y ancho del mundo. Al igual que hicieron con otros alimentos más renombrados como la papa y el maíz, los españoles introdujeron el boniato en Europa muy rápidamente, ya a finales del siglo XV. En la actualidad, el mayor productor de este tubérculo a nivel mundial es… ¡China!, con un 80% de la producción mundial.
Como mencionamos antes, se trata de un gran aliado en la importante tarea de alimentar a la población mundial, no sólo por la relativa facilidad de su cultivo sino porque las propiedades del boniato son muchas y muy variadas.
Tipos de boniato
Para empezar, es cierto que hay distintos tipos de boniato: los hay blancos, amarillentos, anaranjados y rojizos, y tanto el sabor como algunas de sus propiedades pueden variar de acuerdo a esto. Cuanto más colorido el tubérculo, más blando y dulce quedará tras la cocción. En relación a los beneficios del boniato, todas las variedades son abundantes en fibra, hidratos de carbono, vitamina C, potasio, calcio y magnesio, y poseen proteínas de buena calidad.
¿El boniato engorda?
Contra la habitual creencia de que el boniato engorda, hay que decir que de hecho no es así: no sólo su contenido calórico no es alto, sino que su gran aporte de fibra podría incluso favorecer la pérdida de peso. Finalmente, más allá de los aportes nutricionales comunes a toda la variedad conocida, sí hay que saber que existen algunas diferencias: mientras que las variedades blancas contienen más almidón, las rojizas o anaranjadas son más dulces y aportan mayor cantidad de vitaminas, como es el caso de la vitamina A.
Ya hemos mencionado del boniato propiedades, beneficios, características generales y específicas de sus distintas variedades. Sólo nos queda saber cómo se cocina el boniato cubano. A las múltiples virtudes de este tubérculo se suma que es un alimento extremadamente versátil: podemos hacer boniato frito, boniato cubano hervido, dulce de boniato cubano, pan de boniato cubano, puré de boniato cubano, pudín de boniato cubano, y la lista podría seguir y seguir. A continuación te contamos cómo hacer una preparación típica: el boniato frito.
¿Cómo hacer boniato frito a lo cubano?
Para tres personas vamos a usar dos boniatos.
- Primero debemos pelarlos, pero además de quitar la cáscara quitaremos la capa blanquecina que se encuentra debajo, hasta llegar a la parte naranja. Luego debemos enjuagarlos bien, escurrirlos y cortarlos en bastoncitos de un centímetro de grosor como máximo.
- El siguiente paso es calentar el aceite, preferentemente de oliva y extra virgen, en una sartén a fuego medio. No es necesario poner de a golpe todo el boniato que cortamos, sino que podemos freírlo por tandas.
- Antes de ponerlo a freír, podemos condimentar el boniato crudo con sal y pimienta.
- Cuando el aceite esté suficientemente caliente, incorporamos la primera tanda de boniatos y los dejamos friéndose hasta que los veamos dorados y de aspecto crujiente. Para que queden bien crocantes y no se apelmacen, lo mejor será que las tandas no sean muy abundantes; es preferible freír en muchas tandas pequeñas que en pocas, grandes.
- A medida que tus tandas de boniato frito estén listas, las irás poniendo en una fuente, sobre unas hojas de papel de cocina para que absorba el excedente de aceite y no pierda crocantez.
¡Y listo! ¡Tu boniato cubano frito ya está listo!
Otras formas de cocinar el boniato
Ahora, si no te convence la idea de comerlo frito, tienes que saber que el boniato también es delicioso hervido o al horno, e incluso puedes cocinarlo en el microondas.
Si te estás preguntando cómo hervir boniato cubano, ¡pues es aún más fácil que freírlo! Como hacíamos con el boniato frito, primero lo pelamos y lo lavamos. Lo podemos cortar en cubos medianos o en rodajas, y hervirlo entre 15 y 20 minutos. Si lo vas a cocinar al horno, deberías ponerlo a horno medio-alto entre 25 y 30 minutos, y si lo vas a hacer al microondas, 10 minutos a 800W. Claro que siempre puedes probar pincharlo para ver si está cocido antes de retirarlo del fuego, del horno o del microondas según corresponda. Pero como decíamos, el boniato es un alimento súper versátil y puede usarse, por ejemplo, en cualquiera de las preparaciones en que habitualmente usamos papas, además de que se puede incorporar a cientos de recetas inventadas si se nos da por innovar. ¡A por esas nuevas recetas de boniato cubano!